lunes, 11 de marzo de 2013

Consecuencias y actos.

La mayoría de las veces, aquellos con complejo de superioridad y autosuficiencia, se olvidan de una realidad más grande que el universo mismo: todo lo que en un momento sube, tiene que bajar.
Pero la verdad de las cosas es que, muchas personas obvian que sí determinadas situaciones, circunstancias, azares, etc, les pusieron en el lugar en el que están, estas mismas pueden hacerlos regresar al punto de partida.
Es sencillo, no subestimes a nadie a quien desconozcas, quién sabe, mañana esa persona podría estar peldaños por encima del que hoy te encuentras. Entre más se empeña una persona en considerarse imprescindible y autosuficiente, la vida le da de revés para que comprenda que nada ni nadie en este vida puede pretender ser más pasando por encima de quién quiera o lo que sea; eso no es así, nadie en absoluto puede sí quiera pensar que los actos no tienen consecuencias correlativas, más tarde o más temprano, la balanza se la vida y de la justicia y equidad ponen a cada uno en su lugar, en el que realmente merecen acorde a la suma de sus méritos y desacatos.
Todo es tan fácil y práctico, si hoy pisoteas, maltratas, ridiculizas y haces sufrir a alguien, más adelante no esperes encontrarte con un camino primaveral de tono pacífico e idílico; y cuando veas lo que se figure frente a ti, no te sorprendas, pues no es nada más que la suma de todo cuanto tu mismo has sembrado; si la imagen no te gusta, se siente, ya no hay oportunidad para enmendar errores: bienvenvenido a tu nueva realidad.

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