miércoles, 27 de junio de 2012

La importancia de tu ser.

Tu sola existencia se ha convertido en el sostenimiento de mi vida, en el sustento de mis ánimos.
No importa cuántas veces lo diga, o cuántas veces lo haya dicho ya: mi corazón no se cansa de decirmelo, mis ojos no dejan de cerrarse para ver tu imagen entre lo oscuro de mi soledad. No me importa parecer aburrida, quiza repetitiva, incluso molesta en muchas ocasiones, si lo siento lo digo y lo diré.
Lo más importante para mi es poder tener esa claridad siempre, el poder saber que te extraño, y eso no es más que consecuencia de lo mucho que te necesito.
Me desespero y me agobio, me domina el mal humor y el desanimo, pero escuchar tu sonrisa es el detonante de mis malestares, la transformación de los malos momentos, el paso a la tranquilidad.
Ya han pasado nueve meses desde esa madrugada en la que quería aferrarme a tu abrazo, congelar el tiempo y mandar todo al infierno; nueve meses desde que tuve que comenzar a hacer frente al hecho de no verte ni sentirte. Pero aunque los días han pasado, las estaciones se han sucedido con su normalidad, y por muchas cosas que han acontecido, mis deseos de volver a tus brazos no han hecho más que aumentar a cada segundo que deseo estar contigo. Y lo admito, intento soñar y forzar en la vigilia a mi mente para evocarte, porque quiero sentirte cerca de nuevo, porque deseo con todas mis fuerzas dar un giro a esta espera; admito que muchas veces no he podido más y he roto en llanto en soledad, rompo cosas para canalizar esa impotencia de necesitarte tanto y no tenerte.
Nueve meses ya sin ti, pero sintiendo con unas fuerzas aún mayores que eres lo que más necesito en mi vida, con la certeza de que todo lo que siento no cambiará por nada en este mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario