Me encuentro forzada a darme alientos de fe y esperanza a mi misma, nadie lo hace por desconfianza, porque ven que el abismo del que tiendo se hace cada vez mayor y no me esfuerzo por salir de el; nadie acepta ser cómplice de mi propia devastación, todos quieren, con toda la razón del mundo, desentenderse de verme caer por mi propio gusto.
Cuándo llegue yo a esto, cuándo perdí todo sentido de autonomía, cuándo deje a mi voluntad y albedrío supeditarse a tus deseos y ánimos. Lo desconozco, solo se que mi escudo ante toda advertencia y reclamo siempre ha sido el mismo: "le amo más que a mi vida". Siempre obtengo las mismas expresiones, los mismos gestos y respuestas, pero nunca me ha importado; sigo estando con la misma autodeterminación que el primer día, soy consciente de mi cada vez menor ilusión, de mi desanimo y desesperación, esta agonía de necesitarte es cada vez mas grande e hiriente.
Por qué no puedo simplemente olvidarte, por qué no puedo ver mas allá de lo que mis ojos ilusionados quieren observar, por qué mi corazón siente desfallecer cada vez que temo a perderte de una vez y para siempre.
No se si puedes verlo, no si he hecho las cosas de la manera esperada, si he dado o no lo suficiente solo el destino dirá, pero mi sentir y mi vida dependen de ti ahora y por el resto de mis días; me encuentro pendiendo del abismo y sólo tu eres mi salvación, de ti depende mi destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario